Admitir que hay un empleado tóxico en tu equipo es una decisión difícil, pero puede ocurrir en cualquier lugar. Si no se gestiona adecuadamente, puede tener efectos colaterales sobre la moral de los empleados, la cohesión del equipo y la cultura de la empresa. Identificar un empleado o candidato tóxico puede ser una tarea compleja. 

Cortar la toxicidad de raíz requiere perspicacia, empatía y diplomacia, pero es la consecuencia de un liderazgo sólido y de la preocupación por el bienestar del equipo. Si sospechas que puede haber un empleado de este tipo en tu equipo, no te desanimes. Identificar al empleado tóxico y el tipo de comportamiento que no estás dispuesto a aceptar es el primer paso.  

A partir de ahí, puedes tomar las medidas apropiadas para trabajar con un individuo tóxico, apartarlo o rechazarlo y devolver la calma, la confianza y la camaradería a tu equipo. 

 

¿Qué debe considerarse tóxico? 

Un empleado tóxico es cualquier individuo que deprime a sus compañeros de trabajo (y a la empresa). Hablamos de un comportamiento inaceptable, que va más allá de una mala racha o del flujo natural de la dinámica de trabajo y que afecta negativamente a la salud mental de todo el equipo de una empresa de hostelería y turismo.  

La toxicidad puede adoptar muchas formas y deberse a numerosas razones.  

Un empleado tóxico puede ser un trabajador sobresaliente, un veterano o una persona con don de gentes y puede tener problemas para conciliar la vida profesional y personal, lo que puede hacer que este tipo de comportamiento sea infinitamente más complejo de gestionar.  

 

El problema de la toxicidad

Un empleado tóxico puede ser devastador para la cultura y el progreso de una empresa del sector de hostelería y turismo. Un estudio de Harvard Business Review reveló que cada empleado tóxico puede costarle hasta 12.500 dólares a una empresa, sin mencionar las posibles acciones legales, una reputación afectada y unos empleados desmoralizados.  

El problema de la toxicidad es que rara vez se invierte. Una vez generados los sentimientos negativos, pueden contaminar rápidamente el entorno de trabajo y escalar hasta una ruptura de la comunicación en toda la empresa.  

Los empleados tóxicos a menudo buscan lealtades o causan un efecto dominó con sus acciones, lo que hace difícil determinar quién ha sido el causante del problema y quién ha sido arrastrado o se ha visto atrapado en el fuego cruzado.  

 

Haz caso a tu instinto y haz un seguimiento con hechos

Observa el comportamiento del empleado tóxico, así como los efectos que tiene sobre otros miembros del equipo. Toma nota de las acciones y las reacciones e intenta encontrar patrones y desencadenantes. Registra los acontecimientos y hechos clave para tener pruebas sólidas que poner sobre la mesa. 

Utiliza tu intuición y experiencia para evitar contratar a candidatos potencialmente tóxicos. Ponte en guardia ante los primeros signos de comportamiento inadecuado. Limitar el daño a la entrevista te ahorrará mucho tiempo, dinero y dolores de cabeza.  

Es mucho mejor rechazar la toxicidad en un primer momento que lamentarte posteriormente por no haber hecho caso a tu instinto e intentar reparar el daño causado. 

 

Test:

Completa este breve cuestionario para averiguar a qué tipo de empleado tóxico te enfrentas...